El último post data del 8 de enero. En este tiempo hice unas cuantas ilustraciones, un par de tapas de libros, una serie de retratos. De todo esto, quizá uno amerite ser mostrado. El resto no.
Sin embargo, en lo que a telas se refiere, allí donde la expresión manda en su fuerza pura, allí donde deberíamos imitar escenas ilustres de un actor exaltado mimetizando a un pintor (dado que así deberiamos ser todos los pintores, se dice y queda bien, como un Francis Bacon poseído arrojado furiosamente sobre la tela), así, lo que se dice así, no hice mucho.
Creo que existe una ecuación (en realidad, un silogismo), una relación simple entre los momentos activos e inactivos en la pintura. Me encantaría compartir esta ecuación, pero al voyerismo exibicionista, esta vez, le gana un pudor pueril, una reticencia gris. Imagínenla, si gustan.