16 septiembre 2007

Pasa y se va...

Singular el nombre que tenía esta secuencia.
Segunda pintura del hombre con bufanda, que pasa y se va. Quien se va, él o la plaza?

En fin, gracias, a quien corresponde, por la pasión de los bordes, por los colores y por la composición. Eso, se agradece y se queda. Falta pulirlo aun, está un poco sucio. No tengo
apuro por concluirlo.

De encuentros y desencuentros, o encuentros asimétricos, se teje nuestra vida. Mientras tanto, disfrutemos del camino.


6 comentarios:

Anónimo dijo...

"De encuentros y desencuentros, o encuentros asimétricos, se teje nuestra vida. Mientras tanto, disfrutemos del camino"
Me hace feliz descifrar un gramo o quizás más de esperanza en éste texto.
Muy bueno el cuadro.

Anónimo dijo...

Hey! ¿Por qué sacaste esa el último post? No permitas la censura ni la autocensura.

Martín Lebuchorskyj dijo...

El hombre pasa y se va. Pero su bufanda permanece. Porque ella parece tener más presencia que su dueño ¿Es una simple bufanda roja o su movimiento y presencia hacen que no sea más que la bufanda de su dueño? un dueño que pasa y se va, pero que de alguna manera permance a través del movimiento regalado a un objeto ¿Inanimado?
¿Esa bufanda no es la obra de todo artista?

Anónimo dijo...

El hombre pasa y se va. La bufanda, en su alcahuetería objetal, lo sigue mendigando existencia. Con un extremo finge querer alejarse del amo, finge querer asomarse y espiar el mundo, (que le aterra) pero se aferra al cuello. El hombre piensa en otras cosas (en que le fastidia ser pintado), e intenta pasar más rápido, esconder más la cabeza. Parece dejar una sugestiva estela a su paso, parece regar su miseria ¿Su obra? No. Nada le está dado en dejar al hombre; aprieta sus absurdas vivencias con su cuello y lleva su bufanda a ser presentada a los gusanos. He aquí el ecosistema.
¡Pero nace una esperanza! La bufanda, de pronto, llama con el dedo. Dice “Miren aquí, retoños de ingenuidad”. Y nos señala la verdadera obra encerrada en el cuadro: el que ve desfilar al matadero a hombre, bufanda y sobretodo; el de la perturbadora calma; el inerte rodeado de flores; el banco de la plaza ¿O será tal vez el árbol?

Con amor en los bolsillos,Octavio Argutti

Anónimo dijo...

Que se sepa: el tipo de la bufanda es un jodido que quiere dominar el mundo.

Ariel Gulluni dijo...

Esteee...
Bueno. Libre opinión.
Pero me parece que están razonando fuera del recipiente.