No soy un gran fan del arte no figurativo. Ni para verlo, ni para hacerlo. Sin embargo, en el último tiempo (desde abril, más o menos) aprendí a valorarlo. A encontrarle fuerzas. Intensidades. Colores. Vibraciones. Eso al menos, en tanto espectador. Como artista, mis aproximaciones son aún laterales, sigilosas, lentas. Pero, tengo que admitirlo, si hay algo que sí encontré, es que esta forma de pintar permite apagar la cabeza. Viajar y perderse en una pincelada sin forma ni destino, ausente de intención y puro gesto. Un simple habitar, un camino hacia ningún lado y cuyo disfrute es, simplemente, el de palpar cariñosamente el ahí (aquí) y ahora.
2 comentarios:
increibles los colores.
De cual V?
De ambos?
Gracias!
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