15 diciembre 2006

40º de Fiebre

Una ilustración para el grupo de Impro (nueva) y una pintura, medio chonga, algo vieja.

28 agosto 2006

Sobre la pintura

Escuché (o leí) alguna vez, y preferí no molestarme en averiguar ni autor ni grado de realidad, que los pintores o dibujantes tienen, por decirlo rápido, dificultades a la hora de medirse con las palabras y con el concepto. En mi caso, definitivamente es así. Más con lo primero que con lo segundo. Pero esto no evita que esos mismos problemas aparezcan a la hora de pintar. Porque pintar no evita representación. No evita conceptos. No evita la materia, con sus posibilidades y dificultades. Se mete directo en ella. Trabaja con todo aquello que vemos, sentimos, recordamos, soñamos, imaginamos, deseamos, y a la vez con todas las frustraciones que esta interacción trae aparejada. Y para continuar añadiendo obstáculos, tenemos además ese índice de corporalidad que tiene la materia con la que trabajamos: los pinceles rotos, secos, sin limpiar, los distintos comportamientos del óleo, el acrílico, la acuarela, MIS distintos comportamientos ante un feliz accidente y un accidente no tan feliz, los miserables intentos de reproducir una pincelada que por alguna razón produjo un efecto inesperado y hermoso. Lo que se dice una lucha.

O sea, “yo artista” tengo tantos problemas con la palabra como con la pintura, como con los demás, como conmigo, como todos. Je.

La historia en acuarela

La acuarela es un medio irritante. Bah. Quizá deba admitir que, en realidad, yo para la acuarela soy un tipo irritante. No se bien por qué razón entonces elegí este medio para hacer una serie de ilustraciones históricas para un inglés (Pete Wilder). De algunas de las ilustraciones, sin embargo, estoy medianamente orgulloso. Permítanme compartir con ustedes el resultado.




Tardes de tablero

Epoca de retratos, epoca de probar el acrilico y pelearme rabioso porque los bordes se secaban y no me dejaban fundir las cosas, epoca de pensar que el aerografo podia ser la solución a tantos dolores de cabeza, epoca de afirmar que los grandes artistas podían hacer cosas con ladrillos, ah, si, claro que me acuerdo!! Con mi primo Ale solíamos pasar dias enteros de verano dibujando, hablando, dibujando, y caminando por el bordecito del golf. :)

Últimamente -y este ultimamente es de larga data- me cuesta conectarme con la fuente creativa. Estará seca? Se habrá disuelto? Imagino algunas cosas que podría pintar pero encuentro excusas perfectas para no hacerlo.

Es cuestión de obligarse? Tiene uno que obligarse incluso con lo que le gusta?

03 julio 2006

02 julio 2006

Un intento


Bueno, estoy medio oxidado lo reconozco, pero esto es lo primero que salio despues de cuatro años de no pintar sobre tela.

21 junio 2006

Aun arte viejo


Estoy tratando de "volver" a esto "del arte", pero si bien tengo algunas cosas nuevas, la etapa de la digitalización no ha llegado a ellas. Así que por ahora, confórmense con más cosas viejas!

25 febrero 2006


Este es un viejo experimento, no muy bueno la verdad, pero me gusta como se ve el oleo sobre cartón. La leyenda de abajo -porque somos muy cultos, claro, y hablamos latín- dice "El abismo llama al abismo".

La eterna pregunta es: cuando uno encuentra una idea de uno que le parece vale la pena pero no le gusta la ejecución, vale la pena hacerla de nuevo porque uno cree que "mejoró"?

Comiqueando

Una nueva entrada, después de algún tiempo. En esta ocasión, algo que siempre vuelvo a dibujar, algo que a veces permanece dormido, escondido en viejos roperos o en cajones olvidados, pero que siempre vuelve por sus fueros (como lo reprimido, casi): Comics.

Aquí va uno. Lápiz, tinta, y el buen photoshop para los colores. 2004.




















Y uno más, por qué no. Este es un boceto en lápiz negro acuarelable de HULK.

02 enero 2006


Julio Cortazar, tinta china sobre papel. El plumín sobre el papel, eso si que está bueno. Tiene un ruidito indefinible muy agradable. Quien dijo que uno no encuentra placer en esas boludeces aledañas al dibujo, verdad?












Otro retrato, pero esta vez en acrílico. Parece Neustad, pero es Saramago.