Historia larga, pero para hacerla corta, diversos motivos me llevaron a re-hacer un cuadro del 2008. Fue interesante comprobar cómo y cuanto había cambiado mi forma de pintar. Una vez que empecé, incluso planeando sólo hacer unos ajustes puntuales, ya no pude parar. No había segmento que pudiera pintarlo del mismo modo que lo había hecho antes: tenía que continuar y continuar... hasta que estuvo repintado por completo. Más allá de diferencias estéticas (colores saturados vs desaturados, atmósferas, tratamiento de los fondos, etc), más allá de ver que la versión vieja, aunque en óleo, tenía reminisencias de mi modo de trabajar el acrílico, me siento hoy mucho más conciente de la forma, de la luz, de "bordes filosos" que usaba a modo de cambio de plano y hoy prefiero suavizar ... en fin, interesante ejercicio auto-antropológico.
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