Escuché (o leí) alguna vez, y preferí no molestarme en averiguar ni autor ni grado de realidad, que los pintores o dibujantes tienen, por decirlo rápido, dificultades a la hora de medirse con las palabras y con el concepto. En mi caso, definitivamente es así. Más con lo primero que con lo segundo. Pero esto no evita que esos mismos problemas aparezcan a la hora de pintar. Porque pintar no evita representación. No evita conceptos. No evita la materia, con sus posibilidades y dificultades. Se mete directo en ella. Trabaja con todo aquello que vemos, sentimos, recordamos, soñamos, imaginamos, deseamos, y a la vez con todas las frustraciones que esta interacción trae aparejada. Y para continuar añadiendo obstáculos, tenemos además ese índice de corporalidad que tiene la materia con la que trabajamos: los pinceles rotos, secos, sin limpiar, los distintos comportamientos del óleo, el acrílico, la acuarela, MIS distintos comportamientos ante un feliz accidente y un accidente no tan feliz, los miserables intentos de reproducir una pincelada que por alguna razón produjo un efecto inesperado y hermoso. Lo que se dice una lucha.
O sea, “yo artista” tengo tantos problemas con la palabra como con la pintura, como con los demás, como conmigo, como todos. Je.
4 comentarios:
¿Será que la gente está más acostumbrada a escuchar torrentes de oraciones, en lugar de detenerse un segundo a mirar siquiera si pisaron algo poco feliz? Y ya sabemos como es la gente (mala y comenta ¿y cómo es una persona "comenta"?).
Casi toda la gente puede (y le gusta) contestar a una frase que no entiende, pero la mayoría no se le anima a un cuadro aunque lo pinte yo.
obstaculos. confusiones. todos tenemos de eso..
martin, no entendi ni madres lo que quisiste decir.
que seria de los humanos sin nuestra compleja complejidad???
Perdoname. No entendí tu pregunta.
Obbbvio!!!! pintar o, en su defecto, cualquier manifestación artística es una lucha constante. Qué no me digan que la pasamos bárbaro, eh!!
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