07 septiembre 2007

La pintura ideal

Un día me gustaría pintar aquellas cosas que detesto de mí, pintarlas de tal modo que queden ahí, para siempre, afuera, por fin, de mi. Quizá, ese día, reconciliado, pueda aprender a ver y escuchar realmente a los demás.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

A veces me pregunto como se puede abrazar a alguien con palabras. Todavía no tengo la respuesta. Todo lo que puedo decirte es que mi afecto, conteción y abrazo no siempre te acompañan físicamente pero siempre están con vos, aún a la distancia.

Anónimo dijo...

Querido amigo, temo desilusionarte, pero si pintar los propios "demonios" (aunque odio esa metáfora la uso) lograra exorcizarlos, la mayoría de los mejores pintores que hoy conocemos no habrían trascendido, como mi admirado Vincent VG. A propósito, sigo insistiendo -y ahora más que nunca- en que leas "Lujuría de vivir", o alguna otra bigrafía suya.

Lo dicho no quita que sea una buena idea que pintes con y sobre el dolor. El mejor arte, sabemos, sale de ahí.

Abrazo