Y continuraron las revisiones y ajustes. Después de los ojos, que finalmente cerraron, seguí hacia abajo... de cuentas que terminé rehaciendo por completo la nariz, la boca, la pera, la mandíbula, en fin, toda la cara. Esto de pintar es más dificil de lo que parece.
Adicionalmente, volví a ajustar la mandíbula.
El cuello esta un poco amarranado, pero por el momento, creo que vamos a darlo por terminado.
Es interesante notar como ahora, comparando con versiones anteriores, comprendo cuaánto le faltaba. Mientras estaba (pongámosle) a la altura del post anterior, lo veía próximo, como que el rostro estaba relativamente cerrado. Si lo comparan... estaba monstruoso!
Óleo sobre tela. 90x60 cm
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