12 octubre 2010

De formas que avanzan y formas que retroceden

Vamos a aprovechar este espacio de "avances pintureriles" para explicar un poco qué estoy haciendo, o al menos, tratando de hacer en esta pintura.

Las últimas sesiones (muy breves, estoy medio disperso) trabajé en ajustar la nariz (que le hacía falta un poco más de croma), en la mandíbula (a la que le tenía que quitar un poco de croma), y en el pómulo (el brillo). Adicionalmente, comencé a modelar la mano y el cuello con un poco más de cuidado.

¿Qué es lo que estuve buscando? Describir correctamente la forma. En líneas generales, si una forma retrocede en el espacio, tanto valor como saturación deberían bajar (exceptuando zonas de transparencias o luces rebotadas): si queda muy saturada, va a generar la sensación contraria (esto es, va a parecer que avanza en el espacio). La mandíbula era una zona que había quedado de ese modo y era necesario corregir.

En el pómulo, busqué distinguir el plano que enfrenta más directamente a la luz del brillo. En la nariz, la búsqueda era similar: tenía que agregar saturación a los planos adyacentes al brillo, para sugerir esa pigmentación ligeramente más rojiza que suele tener la nariz.

Entre las últimas dos imagenes, lo que busqué es suavizar los bordes del cabello, romper la rigidez, trabajar la oreja y el ceño. Los colores de la foto, sin embargo, son más precisos en la foto anterior.

Esto para que vean qué tipo de delirios racionales estoy pensando cuando pinto.




Para alternar, un dibujo del Davido. Empezó como un ejemplo de construcción de figura en una clase, luego de lo cual me entusiasmé y decidí continuarlo. Tomen nota: vean qué sucede cuando uno no estima bien el espacio que va a utilizar. Ehem.

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