Hace ya un tiempo que quería pintar un cuerpo. Confieso que no me importaba mucho buscarle sentidos profundos u oscuros, otorgarle justificaciones contextuales o incluso cómo lo realizaría, pero quería, después de mi sobre adundancia de caídas y recaídas en los rostros, trabajar con un cuerpo. Con un cuerpo dinámico, en lo posible, que evitara por una vez lo estático.
Y he aquí el intento.
Comencé con una serie de bocetos buscando la posición y el movimiento. Cuando me decidí por uno de ellos, lo dejé de lado y empecé, ya sobre la tela, a dibujar directamente con el pincel. El que hubiera estado dibujando antes, encontrando problemas y resolviéndolos, hizo que cuando comencé a buscar el dibujo con la pintura y el pincel, en movimientos amplios, éste apareciera muy rápidamente.
Hacía tiempo que no comenzaba el dibujo de una pintura directamente con el pincel. Después del entrenamiento en Grand Central había estado priorizando resolver dibujo antes de pasar a la tela; después hacía el trasnfer y recién ahí comenzaba a pintar. Pero esta vez quería algo un poco más suelto. Y buscaba cierta gestualidad y cierto trabajo de "masa" que la pintura facilita.
Mi idea inicial era hacer un prepintado bien diluido (tierra sombra y trementina), un trabajo exploratorio al que después, en una segunda instancia, trabajaría encima modelando con una segunda mano más matérica y opaca. Pero a medida que el cuerpo iba emergiendo de las sombras me entusiasmé con la etapa inicial. Y me gusta cómo está quedando. De modo que veremos qué depara el futuro. Por el momento, creo, evolucionará desde aquí, en fase transparentosa.
Dibujos exploratorios (birome los tres primeros, lápiz el último)
Pintura (óleo -tierra sombranatural- sobre tela)
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