¡Ahá! Por un momento creí que ya lo había resuelto, que ya estaba terminado. Pero no. La señorita no se conforma fácil. Y está bien que así sea. Otra vez, reunidos en mi casa, Nadia, Ezequiel y yo, dimos forma a una tapa completamente distinta. ¿El resultado? Mucho mejor. Mucho mejor. Juzguen ustedes mismos.
ps: el pensamiento, para occidente, es tradicionalmente el bloqueador del espíritu. Pero, dicen los que saben, también es quien puede desbloquearlo.
2 comentarios:
Me gusta mucho más este que el anterior :-)
Coincido.
Este me gusta más.
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